LA COSTURA COMO UNA HERRAMIENTA (Diarios)

Son las seis y media de la mañana. La escuela está impecable, cada cosa está en su sitio;

hace mucho frío, los chicos y las chicas entran a sus salones cotidianos. Yo empiezo sacando

la bolsa con las tizas, el borrador y la bitácora con los seguimientos de los alumnos. Me

dirijo al salón donde ellos esperan y observo a mis alumnos: hermosos todos, recién bañados,

con sus cabellos húmedos, caminando por el salón y conversando. Entro y al percatarse de mi

presencia, el grupo se va organizando. Ha llegado el momento de pronunciar las palabras que

obran como un ensalmo: “buenos días, tengan la amabilidad de sacar el diario de recorrido

personal y el equipo de costura”.